La Política Pública es a los gobiernos lo que el acto administrativo es a la administración, es decir toda acción del gobierno es una política pública, teniendo en cuenta que hoy en día los gobiernos [a los que se aspira] son populares, son democráticos, son participativos y su legitimación está en la participación de las decisiones de todos los gobernados.
Sin embargo esta definición es solo una, como tantas definiciones ha tenido el acto administrativo, no obstante para mí su tendencia o su uso tiende a ir hacia ese punto, donde todos los gobernados en cierta forma se convierten en gobernantes, al construir las políticas que los van a gobernar. En la práctica esto todavía no es así, por eso hablo de una tendencia, o un uso tendencial, dentro de un discurso legitimador de los gobiernos, y no sucede por lo menos porque actualmente la política pública se ha hecho formalista y rigurosa (en forma de actos administrativos en su sentido tradicional: unilaterales, es decir propios de la sola voluntad del gobernante o [su] Administración*), donde la participación de los gobernados se convierte en pasiva, que solo reacciona ante el estímulo u obligación que impone el gobernante de participar en la construcción de una determinada política so pena de excluir al que no participe cuando él lo diga y bajo las condiciones que impone (formalismo).
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